miércoles, 29 de julio de 2015

Barenboim Martha Argerich Bartok Sonata dos pianos y percusión

Bartók: Sonata para dos pianos y percusión En 1937, Béla Bartók escribe una de sus obras maestras, la Sonata para dos pianos y percusión tras haber legado, en asombrosa eclosión productiva, dos creaciones deslumbrantes: el quinto Cuarteto de cuerdas y la Música para cuerdas, percusión y celesta. Bartók está en la madurez y el esplendor de su genio. Fue compuesta entre los meses de julio y agosto de 1937 en Budapest, como respuesta a un encargo de la Internationale Geselleschaft für neue Musik (Sociedad Internacional para la nueva música) de Basilea para su décimo aniversario. El propio compositor y su mujer, la pianista Ditta Pasztory la estrenaron el 16 de enero de 1938, acompañados por Fritz Sjchiesser y Philipp Rühlig en la percusión integrada por timbales, gran caja y cajas claras, címbalos, tam-tam, triángulo y xilófono. Dicen sus biógrafos que la idea de componer para dos pianos le venía interesando al compositor. A este propósito se suma la idea de Bartók de asociarlos con la percusión. Y así lo confirma cuando asegura que “poco a poco se reforzaba en mí la convicción de que el piano no contrabalancea de manera satisfactoria la sonoridad muy a menudo “mordiente”, penetrante, de los instrumentos de percusión. De ahí que el proyecto se modificó de tal manera que dos pianos en lugar de uno aparecen aquí confrontados a la percusión”. Así respondía al encargo… La Sonata se divide en tres movimientos. El primero adopta la forma de sonata bitemática, introducida por un expresivo preludio, en tiempo Assai lento que conduce a un Allegro molto con preparación del tema principal, compartido entre los timbales y las síncopas de los pianos, que se resuelven en el segundo tema, más melódico; el dinámico tempo se acelera aún más para terminar en una danza arrolladora. Un segundo movimiento, de extraordinaria poesía, muestra la vena lírica bartokiana. Introducido por la percusión sola, este Lento ma non troppo de forma ternaria se basa en la oposición entre la línea conjunta de la primera parte y el corto motivo rítmico de seis notas de la parte central que alcanzará una intensidad en fortissimo (Agitato). El último movimiento, Allegro non troppo, combina las formas rondó y sonata antes de volcarse en un decidido rondó final. Aquí los desarrollos rítmicos y melódicos se van estrechando cada vez más, con entradas apretadas cuya tensión dinámica se resuelve finalmente en una conclusión calma y etérea. Esta sonata ha sido grabada por Bartók, Ditta Pasztory y dos percusionistas norteamericanos en noviembre de 1940 en New York. Al mes siguiente, la obra fue objeto de una transcripción bajo la forma de Concierto para dos pianos y orquesta, creada el 21 de enero de 1943, y que significó la última aparición en público del compositor.

Agradecimientos a Hernan H por compartir este invalorable material con todos nosotros

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