Schumann: Seis estudios canónicos, Op. 56
Dentro de la impresionante genialidad de la obra
de Schumann para el teclado, las obras para piano
a cuatro manos son poco numerosas Se estima
que su inspiración, subjetiva y apasionada, inclusive
impulsiva, no se adecuaba a la actuación de dos
personas frente al mismo teclado. De 1828, sin duda
previas a la gran explosión del genio de Schumann,
son las Ocho polonesas. Pero deben transcurrir veinte
años, en 1848, para que el músico ofrezca una de sus
mejores obras para piano a cuatro manos. Se trata de
Bilder aus Osten (Imágenes de Oriente), Op. 66, una
serie de seis impromptus inspirados, según sus propias
declaraciones, por una lectura de Maqams del poeta
árabe Hariri en la traducción alemana de Friedrich
Rückert, donde se cuentan las ocurrencias de Abou
Saïd, el equivalente árabe de nuestro conocido
Till Eulenspiegel. En 1849 compone lo que será su
Opus 85, consistente en Doce piezas para grandes y
pequeños niños.También destinados a la juventud son
las Escenas de baile Op. 109, de 1851, y las seis piezas
de danzas fáciles, Kinderball, Op. 130, de 1853. A ellas
se suman los Estudios Op. 56, que se componen de
seis piezas en forma de canon y los Bosquejos Op. 58,
mientras que la única obra original de Schumann para
dos pianos surgió en 1843, el Andante y Variaciones en
Si bemol mayor Op. 46. Posteriormente, como se verá,
los Estudios Op. 56, así como los Bosquejos Op. 58
(ambas para piano a cuatro manos) fueron transcriptos
por Debussy para dos pianos.
El programa de hoy incluye los Estudios, Op.56.
Se trata de seis estudios en forma de canon, para
piano con pedales, dedicado por Schumann a su
maestro alemán Johann Gottfried Kuntzsch en 1845 y publicados al año siguiente. Recordemos que el
canon es la más rígida forma de imitación. En efecto,
el proceso imitativo no se limita a fragmentos o a
motivos más o menos amplios, sino a una completa
entidad melódica. Naturalmente, el canon puede ser
riguroso o libre, según el consecuente respete o no
con exactitud las proporciones melódicas y rítmicas
del tema. El primero de los cánones de Schumann
lleva sus dos voces superiores en canon a la octava
y se le considera la más próxima al estilo de Bach.
El segundo registra una expresión más romántica,
con una melodía de tipo berceuse que precede a la
elaboración del canon, con una proximidad al espíritu
de las Romanzas sin palabras de Mendelssohn
mientras, por su tratamiento final con apoyaturas
cromáticas, recuerda el estilo de Chopin. También
próximas a Mendelssohn se perciben el tercero y
cuarto estudio, mientras el quinto es un scherzo que
parece ubicarse asimismo en la línea de las Romanzas
sin palabras de aquel mismo compositor. El último
canon se presenta como un solemne cortejo de
acordes, interrumpido en determinado momento por
un breve fugato.
Tanto este Op. 56 como los cuatro Bosquejos, Op. 58,
escritos por Schumann para piano a cuatro manos,
fueron transcriptos por Debussy para dos pianos
y es ésa la versión que nos ofrecen hoy nuestros
intérpretes.
Muchas Gracias a Hernan H por compartirlo con todos nosotros
No hay comentarios:
Publicar un comentario