miércoles, 29 de julio de 2015

Barenboim, Martha Argerich Schumann Seis estudios Canonicos

Schumann: Seis estudios canónicos, Op. 56 Dentro de la impresionante genialidad de la obra de Schumann para el teclado, las obras para piano a cuatro manos son poco numerosas Se estima que su inspiración, subjetiva y apasionada, inclusive impulsiva, no se adecuaba a la actuación de dos personas frente al mismo teclado. De 1828, sin duda previas a la gran explosión del genio de Schumann, son las Ocho polonesas. Pero deben transcurrir veinte años, en 1848, para que el músico ofrezca una de sus mejores obras para piano a cuatro manos. Se trata de Bilder aus Osten (Imágenes de Oriente), Op. 66, una serie de seis impromptus inspirados, según sus propias declaraciones, por una lectura de Maqams del poeta árabe Hariri en la traducción alemana de Friedrich Rückert, donde se cuentan las ocurrencias de Abou Saïd, el equivalente árabe de nuestro conocido Till Eulenspiegel. En 1849 compone lo que será su Opus 85, consistente en Doce piezas para grandes y pequeños niños.También destinados a la juventud son las Escenas de baile Op. 109, de 1851, y las seis piezas de danzas fáciles, Kinderball, Op. 130, de 1853. A ellas se suman los Estudios Op. 56, que se componen de seis piezas en forma de canon y los Bosquejos Op. 58, mientras que la única obra original de Schumann para dos pianos surgió en 1843, el Andante y Variaciones en Si bemol mayor Op. 46. Posteriormente, como se verá, los Estudios Op. 56, así como los Bosquejos Op. 58 (ambas para piano a cuatro manos) fueron transcriptos por Debussy para dos pianos. El programa de hoy incluye los Estudios, Op.56. Se trata de seis estudios en forma de canon, para piano con pedales, dedicado por Schumann a su maestro alemán Johann Gottfried Kuntzsch en 1845 y publicados al año siguiente. Recordemos que el canon es la más rígida forma de imitación. En efecto, el proceso imitativo no se limita a fragmentos o a motivos más o menos amplios, sino a una completa entidad melódica. Naturalmente, el canon puede ser riguroso o libre, según el consecuente respete o no con exactitud las proporciones melódicas y rítmicas del tema. El primero de los cánones de Schumann lleva sus dos voces superiores en canon a la octava y se le considera la más próxima al estilo de Bach. El segundo registra una expresión más romántica, con una melodía de tipo berceuse que precede a la elaboración del canon, con una proximidad al espíritu de las Romanzas sin palabras de Mendelssohn mientras, por su tratamiento final con apoyaturas cromáticas, recuerda el estilo de Chopin. También próximas a Mendelssohn se perciben el tercero y cuarto estudio, mientras el quinto es un scherzo que parece ubicarse asimismo en la línea de las Romanzas sin palabras de aquel mismo compositor. El último canon se presenta como un solemne cortejo de acordes, interrumpido en determinado momento por un breve fugato. Tanto este Op. 56 como los cuatro Bosquejos, Op. 58, escritos por Schumann para piano a cuatro manos, fueron transcriptos por Debussy para dos pianos y es ésa la versión que nos ofrecen hoy nuestros intérpretes.

Muchas Gracias a Hernan H por compartirlo con todos nosotros

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