Con un agradable clima se llevó adelante la conferencia de prensa de Daniel Barenboim y Martha Argerich en el Teatro Colón. Como dato destacable Lopérfido confirmó que se agregó un concierto en el que Martha y Daniel compartirán escenario, el día 25 de julio. Otra novedad es que transmitirán los conciertos a través de streaming y por televisión.
Hermosa tarde de invierno en Buenos Aires, fría, pero con un agradable sol. Con mucha alegría y un poco de entusiasmo primerizo, MCBA asistió al Teatro Colón para presenciar la conferencia de prensa que brindaron dos verdaderos próceres de la cultura y la música internacional: Martha Argerich y Daniel Barenboim.
Después de unos 20 minutos de espera aparecieron sonrientes, acompañados de Darío Lopérfido, director del teatro y un séquito de asistentes. Él, elegantemente vestido de traje, corbata y sweater verde. Ella, de manera más informal ya que dejó por la mitad un ensayo al que volvió rápidamente en medio de la conferencia de prensa. Darío Lopérfido, un poco nervioso -como él mismo se declaró por no poder dejar de lado su faceta de fan hacia los protagonistas- dio inicio a la conferencia: “Difícil merecerse estar en compañía de ellos que son los dos argentinos más importantes que tenemos en el mundo”. “No se olvide del Papa Francisco”, agregó Martha. “Si me dan a elegir tres, sin duda. Sino...”. ”Pobre Messi….”, concluyó Daniel, ante la risa generalizada de la prensa asistente.
Como dato destacable Lopérfido confirmó que ante la gran demanda del público -además de los dos conciertos ya previstos que iban a compartir- se agregó un concierto en el que Martha y Daniel compartirán escenario, el día 25 de julio con un programa a dos pianos con los Seis estudios canónicos de Schumann y la Suite En blanco y negro de Debussy. (Para los que se habían quedado sin entradas para el día 26, les comentamos que al cierre de esta nota todavía quedaban algunas para el día 25).
Otro adelanto (recién la semana que viene darán mayores detalles) es que transmitirán los conciertos a través de streaming y por televisiva. También, y por iniciativa de Barenboim, se realizará un concierto gratis exclusivo para alumnos de escuelas públicas de la Ciudad de Buenos Aires (sábado 8 de agosto), además de las ya confirmadas presentaciones en las sedes de las tres comunidades religiosas de la Ciudad de un ensamble de la WEDO -sin la presencia de Daniel o tal vez sí, pero sin su dirección ni interpretación- con entrada libre y gratuita, previo retiro en el Teatro Colón (ver detalles en la programación detallada al finalizar).
Antes de dar inicio a las preguntas Daniel Barenboim dijo que “este era un proyecto que es un triángulo: Martha, la WEDO y yo. Realmente espero todo el año para volver a Buenos Aires”. También quiso recordar que siempre han tratado de traer obras nuevas, contemporáneas y que este año además habrá un acento especial por los 90 años de Pierre Boulez y destacó la obra Sur Incises -estreno argentino- que para él es su obra maestra. “Una obra para tres pianos, tres arpas y tres percusiones. Una pieza que desarrolla la sonoridad hasta un punto extremo porque juega muy claramente con las diferencias de reverberación. Es prácticamente un efecto de música electrónica sin ningún elemento de electrónica. A su vez es una obra muy accesible para los oyentes”. Aparte aclaró que el Festival es algo que está muy vinculado con sus orígenes argentinos: “Argentina es el único país del mundo que conozco no hay ningún problema de tener identidades múltiples. No hay problema de ser Judío-Argentino. Italiano-Argentino. Inglés-Argentino. Sin perder ni una identidad, ni la otra.
Y ahora que venimos más a menudo con la Orquesta West Eastern Divan, me doy cuenta que nunca hubiera imaginado ni podido hacer algo así (una orquesta de todos los países y pueblos del oriente medio) sin haber vivido en mi niñez esa libertad de pensamiento y libertad de identidades. Venir a la Argentina me agrada mucho y me llena la vida de un contenido que apreció cada vez más”. Aplausos masivos y ahora sí las preguntas. La mayoría referidas a Barenboim y su nuevo piano. Donde dio nuevamente explicaciones de la diferencia con otros pianos (combina el sonido de antes con los avances técnicos actuales. La principal diferencia es que las cuerdas no son diagonales respecto de las teclas sino que las continúan en línea recta). “No es más que eso. Tampoco es un invento. Es la curiosidad de ver si se puede modernizar ese sistema con las cuerdas paralelas o no. Hasta ahora sólo he tocado en ese piano el ciclo de las sonatas de Franz Schubert y estoy tan curioso como ustedes, o más, de ver cómo reacciona el piano con otro repertorio. Y después vamos a ver. En Boulez y en el recital de dos pianos yo voy a tocar ese piano. Pero escuchen la música y no al piano”.
Sobre el Teatro Colón, Daniel dijo que “la acústica del teatro es impresionante. Además se le para a uno el respiro visualmente cada vez que lo ve.” Martha agregó: “Desde el escenario uno se siente muy bien, con una sensación de intimidad. Una belleza loca”. De la Divan Martha Argerich dijo que “significa un deseo, una tentativa de paz, de conciliación, que son cosas que me importan mucho. Es algo maravilloso poder participar de esto”. “No te olvides que sos miembro honorario de la orquesta”, remató Daniel Barenboim junto a las risas de la sala. Para ir concluyendo, ya con Martha fuera de la sala, quien debió volver a su ensayo, el maestro Barenboim contó que llegó el jueves de la semana pasada directamente de sus vacaciones, pero que la música le da energía:“Yo no necesito descansar de la música. He tratado de explicar eso a mi cuerpo físico que no siempre me entiende. No quiero cambiar la intensidad pero tal vez deba cambiar la cantidad. Voy a viajar menos, pero mis viajes a la Argentina serán para mí siempre una excepción”.
Por eso Barenboim ha dejado la dirección de la Scala de Milán y se dedicará a la Academia que abrirá en Berlín (destinada también a jóvenes músicos árabes e israelíes). Luego terminó con la anécdota del gran violinista Mischa Elman, quien tocó su primer concierto a los 5 años, y cuando festejó su cumpleaños 75 también celebró sus 70 años arriba de un escenario, y un periodista del New York Times, le preguntó cómo había cambiado la situación entre su primer recital y ese momento, a lo que Elman contestó que no había cambiado para nada: “Tanto ahora como antes la gente me dice que toco muy bien para mi edad”. “Yo espero no llegar a ese punto”, finalizó Daniel Barenboim.
Después de unos 20 minutos de espera aparecieron sonrientes, acompañados de Darío Lopérfido, director del teatro y un séquito de asistentes. Él, elegantemente vestido de traje, corbata y sweater verde. Ella, de manera más informal ya que dejó por la mitad un ensayo al que volvió rápidamente en medio de la conferencia de prensa. Darío Lopérfido, un poco nervioso -como él mismo se declaró por no poder dejar de lado su faceta de fan hacia los protagonistas- dio inicio a la conferencia: “Difícil merecerse estar en compañía de ellos que son los dos argentinos más importantes que tenemos en el mundo”. “No se olvide del Papa Francisco”, agregó Martha. “Si me dan a elegir tres, sin duda. Sino...”. ”Pobre Messi….”, concluyó Daniel, ante la risa generalizada de la prensa asistente.
Como dato destacable Lopérfido confirmó que ante la gran demanda del público -además de los dos conciertos ya previstos que iban a compartir- se agregó un concierto en el que Martha y Daniel compartirán escenario, el día 25 de julio con un programa a dos pianos con los Seis estudios canónicos de Schumann y la Suite En blanco y negro de Debussy. (Para los que se habían quedado sin entradas para el día 26, les comentamos que al cierre de esta nota todavía quedaban algunas para el día 25).
Otro adelanto (recién la semana que viene darán mayores detalles) es que transmitirán los conciertos a través de streaming y por televisiva. También, y por iniciativa de Barenboim, se realizará un concierto gratis exclusivo para alumnos de escuelas públicas de la Ciudad de Buenos Aires (sábado 8 de agosto), además de las ya confirmadas presentaciones en las sedes de las tres comunidades religiosas de la Ciudad de un ensamble de la WEDO -sin la presencia de Daniel o tal vez sí, pero sin su dirección ni interpretación- con entrada libre y gratuita, previo retiro en el Teatro Colón (ver detalles en la programación detallada al finalizar).
Antes de dar inicio a las preguntas Daniel Barenboim dijo que “este era un proyecto que es un triángulo: Martha, la WEDO y yo. Realmente espero todo el año para volver a Buenos Aires”. También quiso recordar que siempre han tratado de traer obras nuevas, contemporáneas y que este año además habrá un acento especial por los 90 años de Pierre Boulez y destacó la obra Sur Incises -estreno argentino- que para él es su obra maestra. “Una obra para tres pianos, tres arpas y tres percusiones. Una pieza que desarrolla la sonoridad hasta un punto extremo porque juega muy claramente con las diferencias de reverberación. Es prácticamente un efecto de música electrónica sin ningún elemento de electrónica. A su vez es una obra muy accesible para los oyentes”. Aparte aclaró que el Festival es algo que está muy vinculado con sus orígenes argentinos: “Argentina es el único país del mundo que conozco no hay ningún problema de tener identidades múltiples. No hay problema de ser Judío-Argentino. Italiano-Argentino. Inglés-Argentino. Sin perder ni una identidad, ni la otra.
Y ahora que venimos más a menudo con la Orquesta West Eastern Divan, me doy cuenta que nunca hubiera imaginado ni podido hacer algo así (una orquesta de todos los países y pueblos del oriente medio) sin haber vivido en mi niñez esa libertad de pensamiento y libertad de identidades. Venir a la Argentina me agrada mucho y me llena la vida de un contenido que apreció cada vez más”. Aplausos masivos y ahora sí las preguntas. La mayoría referidas a Barenboim y su nuevo piano. Donde dio nuevamente explicaciones de la diferencia con otros pianos (combina el sonido de antes con los avances técnicos actuales. La principal diferencia es que las cuerdas no son diagonales respecto de las teclas sino que las continúan en línea recta). “No es más que eso. Tampoco es un invento. Es la curiosidad de ver si se puede modernizar ese sistema con las cuerdas paralelas o no. Hasta ahora sólo he tocado en ese piano el ciclo de las sonatas de Franz Schubert y estoy tan curioso como ustedes, o más, de ver cómo reacciona el piano con otro repertorio. Y después vamos a ver. En Boulez y en el recital de dos pianos yo voy a tocar ese piano. Pero escuchen la música y no al piano”.
Sobre el Teatro Colón, Daniel dijo que “la acústica del teatro es impresionante. Además se le para a uno el respiro visualmente cada vez que lo ve.” Martha agregó: “Desde el escenario uno se siente muy bien, con una sensación de intimidad. Una belleza loca”. De la Divan Martha Argerich dijo que “significa un deseo, una tentativa de paz, de conciliación, que son cosas que me importan mucho. Es algo maravilloso poder participar de esto”. “No te olvides que sos miembro honorario de la orquesta”, remató Daniel Barenboim junto a las risas de la sala. Para ir concluyendo, ya con Martha fuera de la sala, quien debió volver a su ensayo, el maestro Barenboim contó que llegó el jueves de la semana pasada directamente de sus vacaciones, pero que la música le da energía:“Yo no necesito descansar de la música. He tratado de explicar eso a mi cuerpo físico que no siempre me entiende. No quiero cambiar la intensidad pero tal vez deba cambiar la cantidad. Voy a viajar menos, pero mis viajes a la Argentina serán para mí siempre una excepción”.
Por eso Barenboim ha dejado la dirección de la Scala de Milán y se dedicará a la Academia que abrirá en Berlín (destinada también a jóvenes músicos árabes e israelíes). Luego terminó con la anécdota del gran violinista Mischa Elman, quien tocó su primer concierto a los 5 años, y cuando festejó su cumpleaños 75 también celebró sus 70 años arriba de un escenario, y un periodista del New York Times, le preguntó cómo había cambiado la situación entre su primer recital y ese momento, a lo que Elman contestó que no había cambiado para nada: “Tanto ahora como antes la gente me dice que toco muy bien para mi edad”. “Yo espero no llegar a ese punto”, finalizó Daniel Barenboim.
Foto Arnaldo Colombaroli.
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