domingo, 25 de enero de 2015

El ejemplo de Martha Argerich - Archivo Diario La Nación 3 de enero 2003


En los momentos de crisis, cuando arrecian las dificultades y escasean los recursos materiales, debemos valorizar doblemente los gestos de solidaridad y de afecto desinteresado por el país. La actitud de Martha Argerich, que a mediados de noviembre regresó a la Argentina, su patria, para impulsar la realización de un festival de importante proyección artística en el Teatro Colón, debe ser destacada como un ejemplo alentador de desprendimiento personal y de entrega a una loable finalidad.


Es ampliamente conocida la generosa disposición de la gran pianista por ayudar a los artistas jóvenes. Por su casa de Bruselas desfilan habitualmente músicos de diferentes nacionalidades, seguros de que ella habrá de brindarles su respaldo y su estímulo.

En los últimos años, Martha Argerich sumó a esa disposición una clara voluntad de contribuir, en la medida de sus posibilidades, al enriquecimiento de la vida musical argentina y, sobre todo, a la revelación de nuevos concertistas en el ámbito de nuestro país. Expresión elocuente de esa generosa inquietud ha sido el Segundo Festival Martha Argerich, Punto de Encuentro Buenos Aires 2002, efectuado recientemente en el Colón, que incluyó la realización de clases magistrales y de conciertos sinfónicos y de cámara, con participación de figuras internacionales cuyo concurso no se habría podido obtener si no hubiera mediado la gestión de la eximia pianista -como fue el caso del director Charles Dutoit- y con intervención, asimismo, de instrumentistas jóvenes.

Una de las jornadas memorables del festival fue el megaconcierto en cuatro sesiones sucesivas, en el que músicos prestigiosos apoyaron, con su presencia, a una legión de pianistas jóvenes, que acaso serán en tiempo no lejano primeras figuras.

Espíritu de solidaridad, voluntad de colaborar con el éxito de los otros y convocatoria a unir esfuerzos en beneficio del país: ésos fueron los rasgos más destacables del Festival Martha Argerich en 2002. Una excelente síntesis, por cierto, de lo que la Argentina necesita, en este tiempo, de quienes se sienten parte de ella.

"El ejemplo de Martha Argerich"

No hay comentarios:

Publicar un comentario