GINEBRA, Suiza- La pianista argentina Marta Argerich
honrará este domingo 7 de septiembre de 2014 a ciento treinta jóvenes brasileños, la mayoría de
origen humilde, tocando junto a ellos en el Festival de Montreux, un
concierto que será un reconocimiento a su calidad, pero sobre todo, a su
esfuerzo.
La Orquesta Sinfónica Juvenil de Bahia (YOBA) es la invitada de honor
de la 69 edición del Festival de Música Clásica de Montreux-Vevey, que
se celebra del 28 de agosto al 12 de septiembre de este año.
La formación fue creada en 2007 por el pianista y director brasileño
Ricardo Castro a imagen y semejanza de la Orquesta Sinfónica Simón
Bolívar de Venezuela, conocida mundialmente gracias a su excepcional
director Gustavo Dudamel.
Desde entonces, la YOBA, formada en un 80 por ciento por músicos
provenientes de los barrios de chabolas (favelas) del estado de Salvador
de Bahía, en Brasil, ha ido creciendo en profesionalidad y
reconocimiento, lo que le ha permitido ser “la estrella” en varios
certámenes.
“La diferencia con el proyecto venezolano es que nosotros imponemos
lo que llamamos el efecto multiplicador: todos los músicos además de
ensayar individualmente tienen que dedicar horas a dar aula a otros
músicos más jóvenes”, explicó Castro, en entrevista con Efe.
“La idea es crear una mentalidad nueva: dividir el conocimiento también forma parte del crecimiento personal”, agregó.
“La YOBA y los que la formamos fuimos los pioneros, pero necesitamos
que más personas se dediquen a esto, multipliquen el conocimiento
musical entre la población”.
Siete años después de la idea inicial, la YOBA es la “mayor” de las
decenas de formaciones -seis de ellas orquestas sinfónicas- de las que
participan 4,500 músicos que conforman los Núcleos Estatales de
Orquestas Juveniles e Infantiles de Bahia (NEOJIBA), un programa público
de fomento del estudio musical entre las poblaciones más desfavorecidas
del estado.
El programa ofrece a los alumnos de 12 a 29 años transporte y
merienda gratuitos, el instrumento, y en algunos casos una beca,
“elementos esenciales para que los chicos puedan venir a las clases,
porque si no, no tendrían los medios ni para desplazarse”.
En el Festival de Montreux, la YOBA ofrecerá cinco conciertos de muy distinto signo, y demostrará su versatilidad.
El gran reto será tocar junto a la inefable, galardonada y admirada
pianista argentina Marta Argerich el concierto para dos pianos y
orquesta en re menor de Francis Poulenc.
En ese recital también participará el pianista Alexander Gurning.
“Conozco a Marta desde hace 25 años. Ella pudo escuchar a la YOBA en
nuestra gira en Estados Unidos, le encantó el proyecto, aceptó montar
algo juntos y aquí estamos”, explicó Castro.
“Y para los jóvenes, tocar con Argerich es una muestra de lo que se puede llegar a alcanzar”, añadió.
No es la primera vez que la formación se presenta junto con otros
grandes artistas, dado que en el pasado actuaron con importantes figuras
como Lang Lang o Jean-Yves Thibaudet.
“Estar aquí en Montreux, alojados donde estamos, tocando en los
escenarios donde tocan tantos artistas del más alto nivel demuestra a
los jóvenes lo que la música puede ofrecerte. Es una realidad totalmente
opuesta a la de precariedad de la que muchos proceden. Estar aquí y ser
espejos para otros, da esperanzas de donde pueden llegar gracias a la
música”, aseveró a su vez, Guilherme Texeira, primer violín de la YOBA.
Además de con Argerich, durante el Festival de Montreux la YOBA
ofrecerá dos veladas sinfónicas junto al percusionista británico Colin
Currie (Bernstein, Wolf, Gershwin, Villa-lobos, Weil, Carlos Chaves, y
repertorio tradicional latinoamericano) y otra dirigida bajo la batuta
del joven director Yuri Azêvedo (Barroso, Revueltas, Ginastera, Márquez,
Wellington Gómes, Barroso y Abreu).
Las actuaciones de la YOBA tendrán otro momento central el martes 9
con el “concierto gigante de las escuelas”, en el que los jóvenes
bahianos tocarán junto a alumnos suizos de las escuelas de música de la
región.
En total serán 320 músicos en escena que interpretarán piezas de Gustav Holst y Lorenzo Fernández.
El trabajo pedagógico de Castro ha sido reconocido por Brasil, que lo
nombró personalidad del año 2011, y por la Royal Philarmonic Orchestra,
que le proclamó miembro de honor en 2013, convirtiéndose así en el
primer brasileño en obtener el galardón.
“El trabajo que hemos hecho en Bahía es excelente y no deja de
multiplicarse. Espero que otros estados lo copien, apliquen el mismo
sistema ‘multiplicador’ de enseñanza, y surjan más músicos en el país”,
concluyó”.
Agencia EFE - 06 de septiembre 2014
Nota Original Agencia EFE
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